miércoles, 15 de febrero de 2017

IDENTIDAD PERSONAL Y SOCIAL

¿QUÉ ES LA IDENTIDAD?
La identidad (como en "documento de identidad") es un conjunto articulado de rasgos específicos de un individuo o de un grupo: hombre, 35 años, español, 1,75 m de altura, 70 Kg. de peso, cabellos castaños, católico, empleado de banca, casado, padre de familia…
La identidad constituye también un sistema de símbolos y de valores que permite afrontar diferentes situaciones cotidianas. Opera como un filtro que ayuda a decodificarlas, a comprenderlas para que después funcione. Esto explica que frente a tal situación, un individuo, con sus valores y su modo de pensar, de sentir y de actuar reaccionará probablemente de una manera definida. Para esto se cuenta con un repertorio de formas de pensar, de sentir y de actuar que, en un momento dado, se puede combinar. Este repertorio está en constante recreación.




FUNCIONES DE LA IDENTIDAD
La identidad es el centro de dos acciones indispensables para el equilibrio psíquico de la persona. La primera consiste en darse una imagen positiva de sí misma; la segunda, adaptarse al entorno donde vive la persona.
Es lo que se denomina funciones de la identidad: una función de valoración de sí mismo y una función de adaptación. La función de valoración de sí mismo es la búsqueda que guía a todo ser humano a tener sentido y significación: busca tener una imagen positiva de sí mismo, a llegar a ser una persona de valor, a creerse capaz de actuar sobre los acontecimientos y sobre las cosas. La función de adaptación consiste en la modificación de la identidad con vistas a una integración al medio.









IDENTIDAD PERSONAL
La personalidad no nace, se hace. Claro que hay en ella elementos que vienen dados, factores genéticos, que cabe colocar bajo la noción −ahora recuperada por la psicología− de “temperamento”. Pero mucho en ella es adquirido, aprendido: constituye el resultado de la experiencia y dentro de esto, en alguna medida, de la experiencia educativa.
A la personalidad la configuran −la construyen− experiencias desde el primer momento, desde la infancia. Algunas teorías, y no sólo el psicoanálisis, atribuyen especial importancia a esas experiencias. Pero la construcción de la persona es realmente un proceso tan largo como la vida misma.




IDENTIDAD SOCIAL
La identidad social define al yo (el autoconcepto) en términos de los grupos de pertenencia. Tenemos tantas identidades sociales como grupos a los que sentimos que pertenecemos. Por tanto, los grupos de pertenencia determinan el grupo un aspecto importante del autoconcepto, para algunas personas lo más importantes. Definirse en base a los grupos de pertenencia es tan humano como juzgar a otras personas en función de su atuendo y conducta no verbal. Al formar una parte tan amplia de nuestro autoconcepto, de forma irremediable, los grupos determinan nuestra autoestima. Recordemos que la autoestima es una valoración emocional-afectiva que realizamos de nuestro propio autoconcepto. Por ello definirse en base a grupos de alto estatus social supondrá una alta autoestima, mientras que quienes formen parte de grupos poco valorados socialmente, tendrán que utilizar estrategias de apoyo en la identidad personal para lidiar el decremento en su valoración. De esta forma vemos el alto impacto que tienen en nuestra autoestima y autoconcepto, los distintos grupos a los que pertenecemos.


Comparto un vídeo de identidad social


¿A que generación perteneces?

6 comentarios: